Los arácnidos (arañas, ácaros y escorpiones), son
un grupo de artrópodos de vida terrestre, carnívoros y depredadores en su
mayoría, que aparecieron a principios del periodo Cámbrico.
Probablemente fueron los primeros en vivir en
tierra firme, y que evolucionaron de forma muy compleja. Algunos que alcanzaron
más de 2 metros de longitud se extinguieron en el periodo Pérmico.
Características
generales
Los arácnidos se caracterizan por su respiración
traqueal (filotráqueas), cuerpo dividido en dos regiones: cefalotórax o prosoma,
y abdomen u opistosoma, y la presencia de apéndices torácicos
articulados: un par de apéndices llamados quelíceros en forma de pinza o
garfio, con funciones prensiles con objeto de inmovilizar e inyectar veneno; un
par de apéndices maxilares llamados pedipalpos con una función fundamentalmente
masticadora, pero que pueden adoptar otras formas y funciones (táctiles,
prensiles...) según el grupo de que se trate; y cuatro pares de patas con
funciones locomotoras en general, pero que en otros grupos pueden también
adoptar variadas formas o servir para excavar, nadar, tejer la seda, etc.
El abdomen puede no presentar segmentación, como en
las arañas y ácaros, o sí , como sucede en los escorpiones, en que se distingue
una parte ancha llamada preabdomen con 7 segmentos, y otra más estrecha
llamada postabdomen con 6 segmentos, éste último finalizado en una uña
venenosa o telson. Los arácnidos no poseen órganos masticadores. El
sistema nerviosos es ventral y ganglionar. El sistema circulatorio se ubica en
la posición dorsal.
Los arácnidos son un grupo de artrópodos con origen en el Cámbrico, probablemente los primeros en vivir en tierra firme, y que evolucionaron de forma muy compleja
Los arácnidos son un grupo de artrópodos con origen en el Cámbrico, probablemente los primeros en vivir en tierra firme, y que evolucionaron de forma muy compleja
Aunque la
mayoría de los arácnidos son carnívoros, existen algunos fitófagos, y también
adaptados a la vida parásita, como los ácaros. Manifiestan dimorfismo sexual y
sexos separados. La reproducción es ovípara y, en general, sin metamorfosis.
Los arácnidos (arañas, ácaros y
escorpiones), son un grupo de artrópodos de vida terrestre, carnívoros y depredadores
en su mayoría, que aparecieron a principios del periodo Cámbrico.
Probablemente fueron los primeros en vivir en
tierra firme, y que evolucionaron de forma muy compleja. Algunos que alcanzaron
más de 2 metros de longitud se extinguieron en el periodo Pérmico.
Características generales
Los arácnidos se caracterizan por su respiración
traqueal (filotráqueas), cuerpo dividido en dos regiones: cefalotórax o prosoma,
y abdomen u opistosoma, y la presencia de apéndices torácicos
articulados: un par de apéndices llamados quelíceros en forma de pinza o
garfio, con funciones prensiles con objeto de inmovilizar e inyectar veneno; un
par de apéndices maxilares llamados pedipalpos con una función
fundamentalmente masticadora, pero que pueden adoptar otras formas y funciones
(táctiles, prensiles...) según el grupo de que se trate; y cuatro pares de
patas con funciones locomotoras en general, pero que en otros grupos pueden
también adoptar variadas formas o servir para excavar, nadar, tejer la seda,
etc.
El abdomen puede no presentar segmentación, como en
las arañas y ácaros, o sí , como sucede en los escorpiones, en que se distingue
una parte ancha llamada preabdomen con 7 segmentos, y otra más estrecha
llamada postabdomen con 6 segmentos, éste último finalizado en una uña
venenosa o telson. Los arácnidos no poseen órganos masticadores. El
sistema nervioso es ventral y ganglionar. El sistema circulatorio se ubica en
la posición dorsal.
Aunque la mayoría de los arácnidos son carnívoros,
existen algunos fitófagos, y también adaptados a la vida parásita, como los
ácaros. Manifiestan dimorfismo sexual y sexos separados. La reproducción es
ovípara y, en general, sin metamorfosis.
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